Publican trabajos que han sido revisados por académicos en el campo.
Producen principalmente trabajos académicos (por ejemplo, monografías), pero a menudo también tienen títulos «populares», como libros sobre religión o sobre temas regionales.
Debido a que los libros académicos en su mayoría no son rentables, las editoriales universitarias también pueden publicar libros de texto y obras de referencia, que tienden a tener un público más amplio y venden más copias.
La mayoría de las editoriales universitarias funcionan con pérdidas y están subvencionadas por sus propietarios; mientras que otras están obligados a alcanzar el punto de equilibrio (cubrir costes).
Si bien muchas editoriales están experimentando con la publicación electrónica,[2] el libro impreso sigue estando presente y no ha desaparecido aún en la edición universitaria.