Este edificio arquitectónicamente monumental, fue diseñado por el arquitecto Juan Waldorp en 1918, está emplazado en un terreno que fue parte del casco de la estancia «El edén» —perteneciente a Francisco Facundo Moreno, presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires—, que ocupaba ocho hectáreas, y donde más tarde se emplazaría la casa quinta de su hijo Francisco Pascasio Moreno (el perito de la frontera entre Argentina y Chile);[1][2] está sobre una lomada que permite admirar su composición arquitectónica, rodeado de un amplio parque que aún conserva un hermoso aguaribay plantado por el Perito Moreno en 1872 y que fue declarado árbol histórico nacional en 1940.
[1] Dotado con su propio museo, creado por Rosario Vera Peñaloza, dos piletas de natación con agua caliente, amplias aulas y un majestuoso auditorio con 400 butacas.
[2] El extremo contraste entre esta edificación y la humildad de las construcciones circundantes lograba transformar las subjetividades infantiles estimulada por el sencillo acto de ir cada día a la escuela a recibir la educación que les estaba destinada, ascender a las aulas por escaleras de mármol de Carrara donde más de una niña se sentiría una princesa, atravesar los pasillos encolumnados, asistir a la gran biblioteca con atriles y luz dirigida para cada lector, escuchar conciertos en butacas aterciopeladas del auditorio, estudiar los mamíferos y las aves frente a vitrinas del museo escolar.
Esos documentos comprenden el llamado Archivo Láinez, que recopila la historia de las escuelas nacionales de todo el país en dos subseries ordenadas según criterio geográfico.
"El talud del Bernasconi era natural" (Ing. Manuel Vila) http://forodelamemoria.blogspot.com/2017/04/el-talud-del-bernasconi-era-natural.html