Edificio del Banco Hispano Americano

[2]​ Tras varios procesos de fusiones bancarias, acabó en manos del Banco Santander, que lo vendió en 2012.

Se ha citado la posible colaboración del joven Joaquín Rojí López-Calvo en su desarrollo, atribuyéndole algunos detalles de resonancias modernistas.

La planta primera o entresuelo tenía una organización funcional con despachos en fachada y oficinas acristaladas volcadas hacia el patio de operaciones.

El edificio tenía, por tanto, tres accesos dispuestos simétricamente, que se reflejaban claramente en la composición de la fachada.

La rejería de fachada se limitaba a la planta baja, y fue ejecutada por cuatro firmas madrileñas.

Interiormente se modificó el programa funcional, transformando las viviendas en oficinas y despachos, igual que había sucedido en La Equitativa.[8]​.

En las dos plantas bajo rasante se mantuvo intacto el espacio central en doble altura, añadiéndose simplemente los pilares necesarios para soportar las partes ampliadas o reconfiguradas.

El proyecto fue redactado por el propio Manuel Galíndez y se conectó con el existente en todos los niveles.

Se formó con ello un aglomerado de cuatro inmuebles con numerosos patios interiores, cuya organización en planta fue creciendo en complejidad, llegando a ser confuso y laberíntico.

Con esta obra, desapareció el último resto singular del interior original de Eduardo Adaro.

[16]​ Un año después, en 1978, se produjo la última obra importante en el edificio original, cuyo objeto fue la ampliación de la sucursal bancaria situada en el edificio, que pasó a extenderse a las plantas baja y primera.

[21]​ En 2006, el grupo inversor R&A Palace acordó la compra del complejo al Banco Santander por 325 millones de euros.

[21]​ De esta forma, sobre el edificio original del Banco Hispano Americano se alzarían entre tres y cuatro nuevas plantas retranqueadas.

[29]​ Esta modificación era inviable a menos que se modificase la protección de los edificios del conjunto.

Limita por todo su perímetro con otros inmuebles también pertenecientes, en su momento, a entidades bancarias.

Construida en su mayor parte con piedra arenisca, es el elemento más significativo del edificio.

En su diseño, Eduardo Adaro utilizó un lenguaje ecléctico neorrenacentista y neobarroco, tomando como pauta alguna de las líneas compositivas horizontales del vecino Palacio de la Equitativa, especialmente la gran balaustrada que recorre todo su perímetro.

En este caso, el entresuelo se trata como una planta de carácter noble, aunque sin balcones ni elementos volados.

Arranca este cuerpo con un breve zócalo de granito en el que quedan integradas las ventanas del semisótano.

Solamente las juntas rehundidas entre sillares en las pilastras, que recuerdan vagamente los almohadillados tradicionales, diferencian el tratamiento con el resto de la fachada.

[7]​ Inicialmente, la balconada estaba iluminada por farolas de forja, hoy desaparecidas, situadas entre las ventanas.

Destaca en el eje central del chaflán el tratamiento de pilastras y semicolumnas superpuestas, aplicando recursos plásticos explorados en la arquitectura barroca romana.

Los balcones de las plantas inferiores se transforman en este nivel en ventanas clásicas coronadas por frontones curvos.

La estructura vertical de pilares ha sido modificada casi en su totalidad en sótanos y plantas inferiores.

En planta primera se conservan fundamentalmente elementos de carpintería vinculados a la fachada.

En las plantas tercera y cuarta, salvo la carpintería vinculada a fachada, los elementos decorativos de interés son escasos, por haberse alterado las distribuciones.

El zaguán principal del edificio se protege en su configuración y en la materialidad de posibles elementos ocultos originales.

El bien protegido quedó con la denominación de fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano en Madrid.

La propuesta del Grupo OHL para el edificio original del Banco Hispano Americano plantea dar usos comerciales a las plantas sótano, baja y primera y residencial a las superiores.

[18]​ La revocación parcial de la protección del edificio permite casi todo su vaciado.

"Derribo de la casa núm. 1 de la calle de Sevilla, con motivo del ensanche proyectado". Dibujo de Comba grabado por Vela. La Ilustración Española y Americana , Año XXIII, nº 10, 15 de marzo de 1879, pág. 177
Sección longitudinal del edificio del Banco Hispano Americano. Publicada en Arquitectura y Construcción en marzo de 1906
Plano de la planta principal del edificio del Banco Hispano Americano. Publicada en Arquitectura y Construcción en marzo de 1906
Fachada del edificio del Banco Hispano Americano, en la plaza de Canalejas
Vista de las fachadas de la calle Sevilla. Se observa cómo la balconada del edificio mantiene la continuidad con la de La Equitativa
Alegorías del Cálculo, de José Alcoverro
Alegorías de la Economía, de José Alcoverro
BHA rejas de las ventanas de la planta baja del edificio del Banco Hispano Americano de Plaza de Canalejas.
Sello de bronce insertado en la cancela de la puerta principal del Banco Hispano Americano de Plaza de Canalejas.
Revocación parcial de la protección del edificio
Juan Miguel Villar Mir , Ignacio González , Ana Botella y Juan Villar-Mir de Fuentes en la presentación del proyecto inicial de la Operación Canalejas (2013)