Este edificio fabril, emplazado en la ribera de Botica Vieja del barrio de Deusto, fue diseñado por el arquitecto vizcaíno Pedro Ispizua en 1940.
Su finalidad fue alojar la fábrica de correas del industrial Jesús Muñoz Mendizábal.
Muñoz Mendizábal era dueño de otras fábricas y desde 1933 poseía en este mismo solar un pequeño pabellón.
El proyecto inicial de Ispizua se vería modificado a lo largo del tiempo.
Pero lo que distingue al inmueble es la escultura ubicada sobre la torreta en la misma esquina de la "L" del edificio: El Tigre, obra del escultor vasco Joaquín Lucarini.