La economía de fichas (en inglés, Token economy) es una técnica psicológica de modificación conductual que se basa en los principios del condicionamiento operante, utilizada frecuentemente con niños para promover y reforzar las emisiones de determinadas conductas socialmente deseables, seleccionadas y operacionalmente definidas al iniciar el programa.
Generalmente se trata de conductas que el niño (o el sujeto) no realizaría espontáneamente, al menos no tan frecuentemente como esperan quienes lo educan o desean modificar su conducta.
[2] Al iniciarse el sistema de economía de fichas, debe reforzarse contingentemente, es decir, entregando una ficha inmediatamente después y cada vez que ocurre la conducta deseada.
La técnica se utiliza preferentemente en contextos institucionales (escuelas, internados), lo que suele agregar una variable de competitividad entre los participantes, aunque también puede recomendarse a los padres como técnica de modificación conductual que para utilizar en la familia y con los amigos.
En cualquier caso, se trata de una técnica muy controvertida que y mientras sus detractores argumentan que se acerca a formas de manipuladoras de entrenamiento inhumano, los partidarios de este sistema sostienen que el propio hecho de ir acumulando fichas puede ser un refuerzo interesante para el niño y que su correcta utilización (como un juego y no como una amenaza) servirá además para fomentar la cohesión familiar o grupal.