El sector industrial está dedicado casi en su integridad a la transformación de productos agrícolas.
El sector más en auge es el del turismo, que en la actualidad ofrece empleo a un 20% de la población.
Los daños causados por dos ciclones a principios de la década de los 1990s causaron importantes daños en la infraestructura agrícola y turística del país, reduciendo el PIB en un 50%.
La diversificación del destino de las exportaciones, desconcentrándolas de Nueva Zelanda y Australia, ha permitido entrar en los mercados asiáticos, americano, y algo en el europeo.
Siguiendo las indicaciones del FMI y del Banco Mundial, Samoa ha mejorado su estructura financiera permitiendo la entrada de socios bancarios extranjeros y controlando la inflación.