Ebrio de mujeres y pintura

Como agradecimiento, éste le regala un cuadro que él mismo ha pintado.

Kim se da cuenta del potencial que tiene el joven pintor y se convierte en el mentor del que más tarde sería uno de los pintores más reconocidos de la época y una leyenda nacional en Corea, cuyo arte exportó a todo el mundo.

Jang descubrió pronto que era a través del placer como conseguía crear sus mejores trabajos y así vivió al máximo su vida.

Im Kwon-taek (Ticket, Chang) narra la existencia del artista coreano marcado por sus atormentadas relaciones amorosas y su adicción al alcohol.

El pintor y héroe nacional a la vez, interpretado por Choi Min-sik (Old Boy), aparece como un genio autodestructivo cuyas obsesiones personales no fueron obstáculo para lograr que su talento y personalidad dieran un cambio radical al rostro del arte coreano.