Sus restos fueron encontrados en sedimentos del Pleistoceno superior, hasta el Holoceno tardío.
[2] Sus restos fueron exhumados en el Uruguay,[3] en el sur del Brasil en playas de Río Grande del Sur;[4][5] así como en la Argentina, en la región pampeana (como en Olavarría (según hallazgos paleontológicos) y también en gran parte de la patagonia esteparia.
Algunos especialistas postularon algunas hipótesis, como el cambio ambiental o la hibridación con perros domésticos.
[9] Si ese «gran zorro» fue D. avus entonces se habría extinguido recién en el siglo XX, al menos en esa isla.
[10] Igualmente no se puede descartar que los nativos se refieran en realidad sólo a variaciones intraespecíficas de zorro fueguino (Lycalopex culpaeus lycoides), ya que algunos ejemplares de esa isla alcanzan un tamaño muy grande.