El lugar ha sido víctima de vandalismos, a causa de varios rumores originados en los años 80 sobre su supuesta actividad paranormal, y por ello los dueños han cerrado el pueblo al público.
Cuando se adecuaron tierras más fértiles y espaciosas en el Medio Oeste a mediados del siglo XIX y la industria metalúrgica perdió importancia, la población de Cornwall comenzó a descender.
[4] El pueblo se encontraba a unos pocos kilómetros al sur de Cornwall.
Estaba localizado en un valle, conocido como "Dark Entry Forest" (Bosque de la Entrada Oscura), llamado así debido a las sombras que las montañas que lo rodeaban arrojaban sobre el pueblo y la carretera de acceso.
[5] A principios del siglo XX, se vendieron en Cornwall varias granjas antiguas a emigrantes de Nueva York que buscaban una mejor vida, entre las que se incluían las de Dodleytown.
Desde ese momento, la familia Dudley sufriría una maldición que les seguiría a través del Atlántico hasta América.
[7] Se dice que esta maldición causó la decadencia de los cultivos, así como varias enfermedades mentales en el pueblo.