El drenaje linfático manual utiliza una cantidad específica de presión (menos de 40 gramos por cm cuadrado o aproximadamente 4 kPa) y movimientos circulares rítmicos para estimular el flujo linfático.[4] Y aunque es usado como tratamiento complementario en casos de linfedema, no se ha demostrado que tenga efectos significativos.[6] La práctica del drenaje linfático manual fue iniciada por los doctores daneses Emil Vodder y Estrid Vodder en la década de 1930[2] para el tratamiento de la sinusitis crónica y otros trastornos inmunes.Sin embargo esto no disuadió a los Vodders y, en 1932, comenzaron a estudiar el sistema linfático, desarrollando una técnica de movimientos ligeros y rítmicos con las manos para promover el movimiento linfático.[9] Estudios científicos muestran resultados mixtos[10] con respecto a la eficacia del método en el tratamiento del linfedema y se necesitan más estudios.