Dore Hoyer

Wigman llamó a Hoyer "la última gran bailarina moderna de Europa".

[2]​ En 1931, fue contratada como solista en Plauen, y en 1933 se convirtió en maestra de ballet en Oldenburg.

Allí creó las obras “Cadena de fugas” y “La Idea”.

Fue invitada en 1957 al „American Dance Festival“ de Connecticut donde entabló contacto con José Limón (Lit:Müller/Peter/Schuldt, S.59.).

[5]​ Ella corrió con todos los gastos de la actuación, que contó con escasa asistencia.

Escultura en tributo a Dore Hoyer, por Gerlinde Beck