Don de lenguas

Samarin descubrió que el habla glosolálica se parece al lenguaje humano en algunos aspectos.

El hablante usa acento, ritmo, entonación y pausas para dividir el discurso en distintas unidades.

Cada unidad está compuesta por sílabas, las sílabas se forman a partir de consonantes y vocales que se encuentran en un idioma conocido por el hablante:Es una conducta verbal que consiste en utilizar un determinado número de consonantes y vocales... en un número limitado de sílabas que a su vez se organizan en unidades mayores que se desmontan y reordenan pseudogramaticalmente... con variaciones de tono, volumen, velocidad.

[4]​ [Glossolalia] consiste en cadenas de sílabas, compuestas de sonidos tomados de todos los que el hablante conoce, reunidos más o menos al azar pero que emergen, sin embargo, como unidades similares a palabras y oraciones debido a un ritmo y una melodía realistas, similares a los del lenguaje.

Aunque se han documentado casos donde después de un trauma o accidente, una persona recuerda un idioma previamente estudiado pero no aprendido, —un fenómeno llamado síndrome del acento extranjero—[16]​ sin previo conocimiento no puede haber aprendizaje.

Novelas como Artemis Fowl o Eragon muestran personajes que poseen el don de lenguas.

Igualmente, autores para público más adulto, como Kresley Cole, Anne Rice o Lena Valenti, han caracterizado a sus personajes como poseedores de este don.