Dominico Marquard de Löwenstein-Wertheim-Rochefort

Era el sexto hijo varón y noveno vástago de Maximiliano Carlos Alberto, último Conde y primer Príncipe de Löwenstein-Wertheim-Rochefort (1656-1718), y de su segunda esposa la Condesa María Polixena Khuen von Lichtenberg und Belasi (1658-1712).

Fue llamado en honor a Marquard Sebastián von Schenk von Stauffenberg (1644-1693), Príncipe-Obispo de Bamberg, que fue su padrino.

Como su hermano mayor ya había fallecido, soltero y sin hijos, en ese tiempo ya era Príncipe Heredero.

Dominico Marquard y Cristina tuvieron trece hijos, nueve de los cuales alcanzaron la edad adulta: En 1718, sucedió a su padre, y adquirió varias posesiones que influirían en la historia de la Casa de Löwenstein-Wertheim; en 1720 el Señorío de Haid y su castillo en Bohemia, en 1721 la pequeña localidad de mercado de Kleinheubach en posesión de los Condes de Erbach y en 1730 el Señorío de Rosenberg en Baden, del que derivó la línea católica de la familia.

Dominico murió diez años después, en Venecia, donde había ido a asistir al Carnaval disfrazado, y fue enterrado ahí, aunque su corazón fue trasladado a la iglesia de Wertheim.