Domingo Juarros

Entre lo más curioso que reporta, pues la creencia cristiana no lo aceptaba en la época en que realizó su obra, fue reportar que en la región de Chiquimula «es indubitable que fue habida de monstruos gigantes, pues en la hacienda del Peñol se encontraron algunos esqueletos, cuyas [piernas] tenían de largo ya dos varas ya siete cuartas y en proporción eran los demás huesos».

[2]​ Su estilo es sencillo y más accesible que el Fuentes y Guzmán[2]​ El autor Miguel Luis Amunátegui indica que en Guatemala únicamente existía una deficiente imprenta, a la que le tomó seis años imprimir los seis pequeños cuadernos que componían el primer volumen del Compendio de la Historia de la Ciudad de Guatemala.

[3]​ En 1823 su obra fue traducida al inglés por John Baily quien luego la imprimió en Londres en 1825.

En Guatemala, la única edición que sobrevivió se encuentra en la Biblioteca Nacional, la cual tiene notas marginales del historiador Juan Gavarrete.

En el siglo xxi, los proyectos de digitalización han permitido que la obra original sea accesible en estos enlaces externos: