En 1915, Domingo Esteso abrió su propio taller en Madrid junto a su esposa Nicolasa Salamanca que barnizaba las guitarras.
En este mismo taller coincidió trabajando con Modesto Borreguero, Enrique García y Santos Hernández convirtiéndose en sucesores destacados del taller del ilustre maestro guitarrero Manuel Ramírez.
En 1915, Domingo Esteso se independizó y abrió su propio taller en C/ Gravina, 7 de Madrid, junto a su mujer Nicolasa Salamanca que barnizaba las guitarras.
Domingo Esteso introdujo sus propias innovaciones a la construcción de sus guitarras que se destacan por su impecable trabajo, sencillez estética, inmejorables materiales, ligereza y sobre todo su sonido limpio y brillante, a veces calificado como «antiguo».
Mientras que Julio Conde abrió un nuevo taller en la calle Atocha 53.