Dolores, poseída
La relación entre ambas es bastante conflictiva: la menor, Dolores, intenta llevar el hogar adelante mientras que Victoria prefiere "entregarse a la pereza" y mantener su situación de privilegio siendo la consentida de su papá.Sin embargo, a pesar de estas "irreconciliables diferencias", las dos conviven con un sentimiento en común: el miedo.La desesperación por lograr el cometido va cercenando la propia razón, provocando un estado de alteración tal que conllevará a un desenlace inesperado y fatal.Los psicólogos forenses determinaron que ambas hermanas padecían esquizofrenia, aunque el caso de Dolores era más grave.Después de permanecer internada en un neuropsiquiátrico durante casi cinco años, sigue su tratamiento en forma ambulatoria.