Kirkpatrick aseguraba que los estados prosoviéticos eran regímenes «totalitarios» mientras las dictaduras prooccidentales eran «autoritarios».
Kirkpatrick indicaba que los regímenes totalitarios eran más estables que los regímenes autoritarios, y por lo tanto tienen una mayor propensión a influir a los estados vecinos.
Sus defensores dicen que la Unión Soviética cayó solo por la constante oposición Occidental dirigida por EE.
Estos también argumentan que la transición del totalitarismo a la democracia en el Bloque del Este no fue una suave transición como normalmente acontece con otros estados autoritarios hacia la democracia.
La Doctrina Kirkpatrick fue muy influyente durante la presidencia de Ronald Reagan.