Las personas LGBTI en Nueva Zelanda son generalmente aceptadas y están protegidas legalmente contra la discriminación.
Las personas pertenecientes a la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y/o transexuales) tienen los mismos derechos legales que otras personas en Nueva Zelanda, convirtiéndose en la actualidad en una de las legislaciones más permisivas de Oceanía en esta materia.
El matrimonio entre personas del mismo sexo en Nueva Zelanda ha sido legalizado y entrado en vigor desde el 19 de agosto de 2013, otorgando pleno reconocimiento a la familia homoparental, siendo además el primer país del Asia-Pacífico en hacerlo.
[1] Las relaciones homosexuales se volvieron ilegales en Nueva Zelanda cuando el país formó oficialmente parte del Imperio británico en 1840 y adoptó la ley británica, haciendo que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo sean castigadas con la pena capital.
No obstante, la pena capital nunca se llevó a cabo en el país, por cualquier motivo que un asesinato o un caso de traición a la patria, y fue abolida en 1961.