Además, alberga el 90% de las reservas alimentarias globales, sirve como fundamento para las actividades humanas y la configuración del paisaje, y actúa como fuente de materias primas.
Dada su naturaleza no renovable, es fundamental implementar estrategias de preservación.
[1] La diversidad microbiana del suelo está dada por el gran número de microorganismos que lo habitan.
Los principales grupos microbianos que se encuentran en el son: hongos, bacterias, protozoos, algas y virus.
[2][3] Los principales grupos que integran la biota del suelo son: