Disforia de género en niños

[1]​[2]​ El DSM ha reconceptualizado la transexualidad manteniendo  las connotaciones mórbidas de la categoría diagnóstica.

Los trastornos mentales del comportamiento y del neurodesarrollo son síndromes que se caracterizan por una alteración clínicamente significativa en la cognición, la regulación emocional o el comportamiento de un niño que refleja una disfunción en los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo que subyacen al funcionamiento mental y comportamental.

[11]​ Esta terminología, junto a los criterios,se revisaron en las sucesivas versiones del DSM.

Estos cambios no se basaron únicamente en la investigación sino también en factores sociales y políticos que contribuyeron a la conceptualización del trastorno.

[4]​ Entre niños criados en entornos con menos estereotipos de género la disforia no se manifiesta con la misma prominencia.

[10]​ Muchos niños tienen comportamientos del género opuesto pero un número significativamente menor querrá pasar por una transición una vez vivdia la pubertad, durante su adolescencia o en la adultez.

[17]​[24]​[25]​[26]​ Los trastornos de la personalidad asociados son más frecuentes en los varones que en las niñas.

[2]​ Un buen diagnóstico adquiere mayor relevancia tras la instauración de los tratamientos hormonales que demoran la pubertad.

En los niños, el deseo de ser del otro género debe estar presente y verbalizado.

(4) Deseo de participar en los juegos propios del otro sexo y muestran poco interés por los juguetes estereotipados femeninos, como por ejemplo, las muñecas, o por las actividades estereotipadas masculinas como, por ejemplo, los disfraces femeninos o los juegos de rol.

[2]​ (5) Preferencia por compañeros de juego y amiguitos del sexo contrario.Es decir, si a una niña le gusta usar el pelo corto y prefiere pantalones en vez de faldas, le gusta jugar con coches y camiones en vez de muñecas o prefiere deportes competitivos en vez de jugar a ser la mamá, entonces se puede diagnosticar este trastorno, aunque , por el otro lado el DSM V también dice que la simple masculinización de los hábitos en las niñas o la afeminación en los niños no son suficientes como para realizar un diagnóstico.

[36]​ Hasta ahora no existe consenso sobre el uso de estas intervenciones médicas tempranas.

[40]​ Los que se oponen al modelo afirmativo temprano lo hacen con el argumento de que los bloqueadores puberales (que se viene usando desde hace casi tres décadas) provocan cambios irreversibles, como el desarrollo de las mamas para quienes consumen estrógenos o la profundización de la voz para quienes toman testosterona.

[42]​[43]​[44]​ Desde el punto de vista de la psicología, aún no existe una clínica basada en la evidencia que se pueda poner en práctica sin debates, aunque se sabe que, en algunos casos, los comportamientos del niño pueden cambiar como resultado de una psicoterapia al resolver sus conflictos aunque no sea la intención del psicólogo.

[46]​[35]​[47]​[48]​ Ante niños y familias muy angustiadas, los profesionales pueden sentirse presionados para iniciar una intervención física sin consultar a colegas psicólogos pero[17]​ dadas las consecuencias total o parcialmente irreversibles de las intervenciones hormonales, este modelo considera vital realizar un diagnóstico cuidadoso y esperar un poco ya que solo una minoría de niños mantendrá el trastorno y desarrollará un transexualismo en la adultez.