El alumnado tiene que basarse en sus conocimientos filosóficos (conceptos, autores, obras, distinciones conceptuales, etc.), pero debe también cumplir un trabajo de reflexión propia sobre el tema abordado.
Hace falta definir las nociones clave y aproximarse a la o las cuestiones planteadas sin despreciar ninguna idea previa (ejemplo : "Se puede..." significa "Es posible", "Es legítimo" o ambos simultáneamente) con el fin de problematizar el asunto tratado.
Hace falta bucear en la cultura general del sujeto para encontrar elementos que informen sobre el tema tratado.
Ejemplo: « Como decía Heráclito: "Dos personas no se bañan en el mismo río".
Debe llevar : Claude Lévi-Strauss describió la disertación de filosofía como un « ejercicio verbal, fundado sobre el arte del calambur qui toma el lugar de la reflexión » o una gymnastique dont les dangers sont pourtant manifestes.