Los discos intercalares, también llamados uniones escaleriformes, son un tipo de complejo de unión que se encuentra en el tejido cardíaco de los seres humanos.
[1] Se establecen entre los límites de dos cardiomiocitos, y se componen de fascias adherens (uniones adherentes), uniones en hendidura (también llamadas uniones comunicantes o GAP) y desmosomas.
Así, las fascias adherens se sitúan horizontales en los bordes verticales, ya que son muy resistentes mecánicamente y la contracción se realiza en dirección horizontal, y las uniones comunicantes se sitúan en las zonas horizontales de este complejo, comunicando los citoplasmas de las células a la vez que evitan disponerse en la dirección de contracción del tejido.
Los desmosomas se sitúan a lo largo de toda la unión.
Las uniones comunicantes de los discos intercalares varían su composición según el grado de especialización del cardiomiocito.