Este efecto fue observado por primera vez en la interfaz cobre-oxido cuproso por Chauncey Starr en 1930.
[3] Un transductor embebido en un microprocesador usado para monitorear la temperatura del procesador también es conocido como diodo térmico.
Como es un sensor localizado directamente en el procesador, provee lecturas de CPU y GPU locales.
La misma tecnología es usada en circuitos integrados dedicados a medir la temperatura.
La eficiencia de los diodos térmicos presentes es cerca del 18% con rangos entre los 200 y 300 grados celsius.