Estudió en Estados Unidos y enseñó en la Universidad de Costa Rica.
Bolandi no estaba interesada en exhibir su trabajo, únicamente mostró cuatro de sus obras y fue solo para complacer a los demás.
Se dice que ellas cuatro, que enseñaron bellas artes en la Universidad de Costa Rica, inspiraron a la siguiente generación de mujeres artistas costarricenses.
[5] Permaneció casi recluida en Escazú, usando a su madre, su perro y algún extraño ocasional como modelos.
[4] Bolandi murió en 2004 dejando más de doscientas pinturas a los museos del Banco Central.