En términos generales, el dinero en circulación es la masa monetaria total de un país.
Los bancos pedirán dinero en efectivo a la autoridad monetaria de manera rutinaria o excepcional para satisfacer la demanda anticipada y lo mantendrán en su reserva.
[1] Los bancos, al estar sujetos a las directivas del regulador, tienden a mantener sus reservas de efectivo tan bajas como les sea posible, ya que éstas no generan intereses y ocasionan un costo adicional por mantenerlas seguras (la cantidad que se saca de la reserva está disponible para prestar con interés).
Puede haber también aumentos repentinos e inesperados en la demanda de efectivo cuando se produce pánicos económicos.
Cuando una empresa hace una venta al contado, mantiene el dinero en efectivo recibido hasta que lo pagua a un tercero o lo deposita en una cuenta bancaria, manteniendo parte de él en su "flotador", para tener cambio para clientes.
Las colonias americanas o gobiernos llegaron a poner en circulación cartas de crédito.