Se fundó una aldea, en el vado, al que sucedería un puente, frecuentemente destruido pero también reconstruido.
Sólidamente implantados en el massif des Maures, los sarracenos hicieron frecuentes incursiones en Alta Provenza, y Digne no escapó a ellas.
Beneficiada de una defensa segura, la Cité suplantó al burgo, que conservó su catedral, reconstruida en el siglo XIII y alrededor de la que se desarrollaban ferias y mercados.
El burgo perdió su prestigio y los canónigos se trasladaron a Saint Jérôme.
Desde entonces la ciudad entró en un largo periodo de estancamiento y en 1780 no tenía ya más que 3.000 habitantes.
Elegida por su posición geográfica capital del departamento de los Bajos Alpes, Digne vuelve a ser sede episcopal y centro administrativo.