La versatilidad que estos tres métodos ofrecen, aportan una gran variedad de equipos con los cuales trabajar.
Es el francés Alain Fosse quien ensambla ambos términos en una denominación que ya se ha popularizado, “digiscoping”.
Muy pronto la técnica sufrió una rápida evolución gracias a los medios informáticos y a la propia red de internet, llegando hasta el grado de avances que hoy se pueden ver en el mercado, y que se han extendido por todo el mundo.
Esta unión entre cámara y telescopio es un potente equipo fotográfico, capaz de aproximar al fotógrafo a cualquier objeto o sujeto, hasta límites que hace pocos años eran impensables.
El digiscoping permite observar desde la distancia, a cualquier especie animal en su hábitat sin afectar su comportamiento, ya sean insectos, pequeños y grandes mamíferos o toda clase de aves.