[2] Ahí había edificado una iglesia bajo la advocación de San Félix y esta iglesia, y otra que tenía, la de san Pelayo, junto con Praramo, la villa donde esta estaba situada, legó en su testamento a la Catedral de San Salvador de Oviedo.
[2] No se conoce el año exacto en que comenzó su episcopado.
[4] Este último historiador basa su hipótesis en cuatro diplomas reales, todas donaciones del rey Ordoño IV de León, confirmadas por un obispo llamado Diego.
En el primer diploma, datado el 13 de noviembre de 958, confirma Diego como ouetense sedis (de la sede de Oviedo), mientras que en los tres restantes confirma Diego sin especificar la sede, aunque tratándose los cuatro documentos donaciones del mismo rey, supone que se trata del obispo de Oviedo y no sus coetáneos del mismo nombre que ocuparon las sedes de Orense y Valpuesta.
Ya después de esta última fecha no vuelve a aparecer en ningún otro documento ni tampoco aparece otro obispo que rigiera la sede ovetense hasta marzo de 975 cuando ya aparece su sucesor, Bermudo y es posible que la silla de Oviedo estuvo vacante durante parte de esos años.