Posteriormente contrajo matrimonio con la alemana Benedikta Zur Nieden, conocida como Dita, con quien tuvo su única hija Isolda Echavarría Zur Nieden; decidió instalarse en Medellín y compró una finca en Itagüí, que llamó Aires de Dita, luego llamada Ditaires, allí sembró una arboleda.
Sin embargo, la hacienda principal no ha sido modificada y hoy es un centro de convenciones.
Con el patrimonio de su familia Echavarría creó una Fundación para obras de educación y beneficencia, construyó la Residencia Isolda Echavarría en el barrio el Pedregal; centro que suministra educación práctica y asistencia médica a la población cercana.
Casi a diario subió para vigilar los trabajos de la construcción y más tarde el funcionamiento.
Un mes y medio después, apareció su cadáver en una finca cercana a un barrio que llevaba el nombre de Alejandro Echavarría, su padre.