Diario de un skin

Dentro de la historia, se involucra con ellos durante casi un año, llegando a adoptar la estética del grupo, esto es, la cabeza rapada y cazadora «bomber».

[2]​ Se adentra con una cámara oculta, intentando no levantar sospechas y ganándose la confianza de los camaradas, para así conseguir información sobre los actos del clan extremista, haciendo ver al público toda la preparación, inteligencia, fidelidad y, sobre todo, el poder que esconden estos grupos en altos cargos como empresas de seguridad o bien las autoridades nacionales.

También dedicará buena parte de tiempo en explorar en páginas web para poder adentrarse en la banda.

[3]​ Para ello, construye una falsa identidad bajo el nombre de Tiger88,[4]​ intentando chatear con miembros, aunque hasta meses después no logró ser un camarada reconocido.

Cada vez va conociendo a un mayor número de personas, sobre todo en el entorno de los partidos del Real Madrid, equipo del que son hinchas el grupo, perteneciendo a los Ultras Sur.

Sin embargo, no resulta fácil para Antonio Salas acceder hasta el líder skin.

Antonio, que ya notaba frialdad en el grupo, decide seguir con la investigación e irse con ellos a perseguir a dos muchachos que son de un equipo e ideología contrarios al de los skin.

El largometraje acaba expresando que tras la publicación del libro Diario de un skin, la Fiscalía General del Estado ordenó la investigación de los grupos neonazis Blood & Honour y Hammerskin.

El casting fue llevado a cabo por Luis Gimeno y Álvaro Guevara.

[8]​ Se filmó en las comunidades españolas de Madrid y Galicia, como únicas localizaciones.

Vistas del Estadio Santiago Bernabéu en medio de una calle con coches y semáforos.
Exterior del Estadio Santiago Bernabéu en Madrid, España.una de las localizaciones del rodaje.
Fábricas con árboles y al fondo playa y montañas
Polígono industrial de Sabón, Oseiro, Arteijo, una de las localizaciones del rodaje.