Diálogos durante la crisis en Venezuela

[5]​ En la reunión, Carmona le propone a Chávez un plan para bajar el desempleo, en 17% en ese momento, mejorando las condiciones en aras de aumentar la inversión privada hasta un 20% del PIB en cinco años, el último responde con un plan de fortalecimiento del sector público.

El 13 de noviembre, Chávez decreta las 49 leyes amparándose en la Ley habilitante en Venezuela que le fue otorgada por la Asamblea Nacional en noviembre del año anterior, instrumento legal que le permitía legislar sin la aprobación del Poder Legislativo.

Aunque originalmente dos tercios de la Asamblea estaban controladas por el chavismo, la situación había cambiado debido a que unos diputados se habían vuelto disidentes y era poco probable que Chávez lograse conseguir otra ley habilitante; razón por la cual el presidente aprueba estas leyes un día antes de que su poder especial expire.

No obstante, los partidos políticos opositores están divididos en sus opiniones de como superar la crisis política, Acción Democrática insiste en la Asamblea en designar una junta médica que pruebe la incapacidad mental del presidente, Francisco Arias Cárdenas y sus diputados llaman a referéndum consultivo, el Movimiento al Socialismo pide que se convoque a otra Constituyente, Primero Justicia y la Iglesia Católica piden al gobierno un cambio de curso.

[15]​ Aunque firme en ejecutar las 49 leyes, Chávez intenta hasta el final evitar que Fedecámaras lleve a cabo su paro, durante un almuerzo con un grupo de empresarios y banqueros el 6 de diciembre, estos últimos son presionados para que no se pleguen al paro, bajo pena de que se le retiren los fondos públicos depositados en sus entidades.

En los próximos dos meses Chávez hace dos cambios en su gabinete que demuestran que no hay marcha atrás: primero reemplaza al ministro de Agricultura y Tierras por "un catedrático revolucionario" cuya principal misión era asegurarse que se ejecute la Ley de Tierras;[19]​ luego, expulsa a Luis Miquilena del gobierno, aunque este último promete seguir cooperando con Chávez, en privado siente disgusto por el discurso agresivo de su pupilo y espera el momento adecuado para tomar el control de la Asamblea Nacional.

El gobierno estaba representado por José Vicente Rangel (vicepresidente ejecutivo), Roy Chaderton (canciller), María Cristina Iglesias (ministra de Trabajo), Aristóbulo Istúriz (ministro de Educación), Ronald Blanco La Cruz (gobernador del estado Táchira) y Nicolás Maduro (diputado).

[28]​ Su comité ejecutivo estaba liderado por el diputado Pedro Díaz Blum del partido Proyecto Venezuela, Calixto Ortega del partido Movimiento V República y el jefe de Gabinete del Representante William Delahunt (Demócrata de Massachusetts) y el Representante Cass Ballenger, Republicano de North Carolina.

Otros miembros del grupo eran Cilia Flores, Luis Acuña, el vicepresidente de Cadivi José Salamán Khan, la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE) Tania D'Amelio, Elvis Amoroso, Enrique Márquez, Alfonso Marquina, Acción Democrática; Rafael Octavio Rivero, COPEI; Ángel Vera, Un Nuevo Tiempo; Leopoldo Martínez, Construyendo País; Julio Montoya, Movimiento al Socialismo (Venezuela); y Héctor Vargas, Podemos.

La oposición, en general, rechazó la oferta, y los poderes ejecutivos concedidos por la ley habilitante se mantuvieron durante los 18 meses originales.

Los integrantes tocaron diferentes temas durante cinco horas en cadena nacional de radio y televisión.

El papa Francisco envió una carta a los integrantes de la reunión con la cual se dio inicio al diálogo.

La intervención de Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico en Buenos Aires y enviado especial del Papa Francisco que permitió programar el inicio al diálogo en Margarita.

[46]​ La crisis política del país se profundiza tras el bloqueo judicial al referéndum revocatorio contra Nicolás Maduro y el ataque chavista a la Asamblea Nacional, donde la oposición inició un juicio político al presidente en su ausencia.

La oposición terminó rechazando poco después el programa del diálogo, entre ellos Henrique Capriles, quien pide que se realice en Caracas.

[72]​ Juan Guaidó ha declarado que la Asamblea Nacional no participará en el diálogo con Maduro.

[73]​ Ofreciendo como ejemplo a Leopoldo López, la detención de Juan Requesens, el exilio de Julio Borges, entre otros, diciendo que si Maduro realmente quisiera el diálogo, liberaría a los presos políticos.

[73]​ Haciendo referencia a una carta que Maduro escribió para pedirle ayuda al Papa Francisco, Guaidó rechazó la oferta del Vaticano de mediar si ambas partes aceptaban, calificando el intento de «diálogo falso» y dijo que el Vaticano podría ayudar a aquellos que «se negaron a ver la realidad venezolana».

[74]​ Guaidó dijo que Maduro no respetaba las condiciones de las negociaciones de 2016 y sugirió que el Papa podría alentar a Maduro a permitir una transición ordenada del poder.

[75]​ Corriere della Sera citó[76]​ una copia filtrada[77]​[78]​ de una carta privada enviada por el Papa Francisco a Maduro el 7 de febrero[79]​ como respuesta a una carta que Maduro escribió pidiéndole mediación al papa.

[83]​ Según Andrea Gagliarducci, escribiendo para la Agencia Católica de Noticias, el Papa aceptó la posición tomada por los obispos venezolanos, quienes mantienen que la elección de Maduro fue ilegítima, al no dirigrse a él como presidente.

Medios de comunicación reportaron en base a diferentes fuentes que se estaba iniciando un diálogo de paz en Noruega, y un día después Juan Guaidó informó que tenía «enviados» en Noruega para abonar las bases de un nuevo diálogo entre el chavismo y la oposición, pero que la oposición no se prestaría a «falsas negociaciones».

Stalin González calificó como una «fase exploratoria» el acercamiento entre el régimen y la oposición venezolana junto al Grupo de Contacto en Noruega y señaló que no hubo reuniones directas entre ambas delegaciones.

Los firmantes por parte del chavismo fueron Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez, Aristóbulo Istúriz y Jorge Arreaza, mientras que aquellos de la fracción opositora fueron Timoteo Zambrano, en representación del partido Cambiemos Movimiento Ciudadano; Claudio Fermín, en representación de Soluciones para Venezuela; Luis Agusto Romero, del partido Avanzada Progresista; Henri Falcón, Presidente de Avanzada Progresista; Felipe Mujica y Leopoldo Puchi, en representación de Movimiento al Socialismo.

[100]​ En junio, Guaidó declaró que «México podría ser potencial sede para nuevo proceso de negociación».

Entre los integrantes de la delegación oficialista se encontraba Jorge Rodríguez, Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda, el diputado Francisco Torrealba y el diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo de Nicolás Maduro.

En la delegación de la oposición se encontraban como representantes de la Plataforma Unitaria: Gerardo Blyde, Carlos Vecchio, Tomás Guanipa (del partido Primero Justicia), Luis Emilio Rondón (por Un Nuevo Tiempo), Luis Aquiles Moreno (por Acción Democrática), Mariela Magallanes (por los partidos minoritarios), y Roberto Enríquez Lavaud (por COPEI).

[112]​ En noviembre, Nicolás Maduro manifestó que no existen condiciones para retornar al diálogo mientras no se resuelva la situación de Alex Saab durante las votaciones regionales cuando ejercía su derecho al voto.

“Lo que pasó el domingo no es verificable, eso ni siquiera fue una elección”, dijo Rodríguez en conferencia de prensa.

[135]​ María Corina Machado aseguró este martes que simpatizantes del chavismo también votaron en estos comicios, celebrados el domingo, agregó “no engañan ni a su propia gente”, que “también salió a votar el 22 de octubre”.

Mesa de diálogo instalada el 12 de diciembre, 2016. Mediada por el Vaticano y UNASUR , buscó acercar a representantes del gobierno de Venezuela con miembros de la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para resolver el conflicto político del país.
Carlos Ortega en una rueda de prensa.
Mesa de diálogo instalada el 31 de octubre de 2016, mediada por el Vaticano y la UNASUR.