En su configuración original contaba con 1260 asientos y un estilo que recordaba a los teatros italianos, frente a construcciones de la época como la Semperoper de Dresde.
En 1943 sufrió serios daños debido a sendos borbadeos en la Segunda Guerra Mundial.
Las reconstrucciones debidas a Schulte Frohlinde, Paul Bonatz y Ernst Huhn, que culminaron en 1956, le dotan de su configuración actual, con 1296 asientos.
La compañía tuvo diversas sedes itinerantes hasta la reconstrucción del edificio en 1950.
En 1970 se procedió a su restauración, dotándolo de su configuración actual de 1118 localidades, la habilitación del fóyer para la realización de pequeños conciertos y la creación del Fóyer III, una sala situada bajo el tejado del edificio para representaciones teatrales.