Detector de humo

Funcionaba mediante un circuito eléctrico que se cerraba si la temperatura superaba un límite, haciendo sonar una alarma.Mediante mejoras sucesivas del diseño se llegó a los actuales detectores de humo.Pueden ser de tres tipos, según detecten el humo por oscurecimiento o por dispersión del aire en un espacio.Detector óptico digital y direccionable: este detector incluye un pequeño software que, mediante cálculos matemáticos, verifica con varias variables si es humo o suciedad, realizando una auto-verificación antes de activarse y enviar la señal al panel de control.La radiación pasa a través de una cámara abierta al aire en la que se encuentran dos electrodos, permitiendo una pequeña y constante corriente eléctrica.Estas alarmas fueron retiradas del mercado debido a que su gestión como residuos era especial y más cara de lo normal.La responsabilidad total esta en el dueño de la vivienda y la verificación debe hacerla frecuentemente.[1] En la Unión Europea se comercializan detectores fotoeléctricos con baterías para uso doméstico únicamente para informar a sus ocupantes en caso de incendio.Hay varios laboratorios de tercera parte reconocidos a nivel mundial.las normas de instalación más conocidas a nivel mundial son, Sin embargo, En cada país o región los requisitos mínimos pueden varias según la normativa local.El problema con este tipo de detector es que el polvo o suciedad pueden llegar a leerse como humo, creado falsas alarmas.
Detector óptico de humo con certificado EN 54-7.
Partes del detector óptico/fotoeléctrico.