Los socios mutualistas (propietarios a la vez que beneficiarios de los servicios prestados por la mutualidad) pueden convertirse en accionistas de la nueva empresa o recibir dinero en efectivo.
La desmutualización consiste en transformar un mercado accionario en una organización lucrativa, con acciones que pueden ser propiedad de los miembros, las instituciones financieras y el público en general.
Bajo este esquema, la rentabilidad y la supervivencia a largo plazo de un mercado depende del valor de sus acciones negociadas, tal y como sucede con cualquier otra compañía que cotice en la bolsa.
En particular, la desmutualización le dará a los mercados una mayor libertad para fusionarse, realizar adquisiciones de unos a otros o formar asociaciones, creando así unos cuantos gigantes en verdad globales.
Hay tres métodos generales en los que una organización puede desmutualizarse: