La desmielinización puede ser causada por una gran variedad de desórdenes infecciosos, genéticos y metabólicos.
Otra posibilidad es la afectación de moléculas implicadas en el metabolismo tales como las enzimas.
Un ejemplo es la Leucodistrofia Metacromática en la que pueden verse afectadas hasta tres enzimas (la Arilsulfatasa A, múltiples sulfatasas y el activador sulfátido o saponina).
Dependiendo de si la mielina es sintetizada en los axones del sistema nervioso periférico o del sistema nervioso central, la célula glial que lo forme será una célula de Schwann o un oligodendrocito respectivamente.
Por lo tanto, los axones pueden ser más finos en los organismos que presentan células mielinizadas.
La fineza de los axones permite que el sistema nervioso pueda organizarse adecuadamente ocupando el menor espacio posible.
[5] La mielina es una estructura fuertemente empaquetada debido a las interacciones hidrófobas entre los lípidos y las proteínas.
Este está compuesto por un único azúcar unido al grupo hidroxilo de la esfingosina.
[7] La importancia física de la mielina radica en que funciona como aislante eléctrico.
[8] Cuando una célula no excitable recibe una despolarización, esta se atenúa al cabo de un tiempo.
Todos los estímulos que superen el umbral generan un pulso de la misma intensidad.
Hay varios factores que la condicionan y quedan resumidos en la siguiente fórmula matemática: Comparación de parámetros entre axón mielinizado y no mielinizado: El axoplasma presenta una resistencia (ρa) que interfiere negativamente en la propagación de los impulsos nerviosos.
Un tercer problema que surge al producirse una desmielinización es un aumento del uso de energía.
Si la mielina no los recubre, estos se activarán y consumirán parte de la energía que produzca la célula.
Así pues, aunque existen procesos inflamatorios o errores congénitos (de nacimiento) que pueden afectar a la mielina del SNC y del SNP, también hay enfermedades que solo afectan a una de estas.