Desgracia de Gijón

Si Alemania Federal vencía a Austria por 3 goles o más, los germano-occidentales clasificaban junto con Argelia.Si Austria ganaba o empataba el partido, serían los austriacos quienes pasarían de ronda junto con Argelia.Pero si el partido terminaba con un triunfo alemán por uno o 2 goles, entonces Alemania Federal y Austria se clasificarían juntas, dejando fuera del torneo a Argelia.Solo el austriaco Walter Schachner y el alemán Wolfgang Dremmler intentaron reanimar el juego, pero sin hallar apoyo alguno de sus restantes 20 compañeros, siendo irónicamente Schachner amonestado con tarjeta amarilla por reclamar ante el árbitro cuando sus propios compañeros interrumpieron una jugada suya que pudo culminar en un gol austriaco al minuto 32.El árbitro central tampoco podía válidamente obligar a que ambas selecciones jugaran en serio pues la inacción de los futbolistas no está castigada en los reglamentos.Ya al empezar el segundo tiempo los jugadores de ambas selecciones apenas caminaban sobre el terreno de juego, trotaban lentamente, pasaban el balón entre ellos o lanzaban disparos sospechosamente débiles o imprecisos hacia el área rival.[1]​El diario asturiano El Comercio, situó la crónica del partido en la sección de sucesos con el titular "Timo a 40.000 espectadores".[2]​ Los dirigentes futbolísticos de Argelia presentaron una protesta formal ante la FIFA, pidiendo anular el partido, pero la FIFA no pudo aceptar la reclamación en tanto los jugadores alemanes y austriacos no habían violado en verdad ninguna regla deportiva oficial.Casi 25 años después del Mundial de España, el exfutbolista alemán Hans-Peter Briegel reconoció que su selección arregló una victoria sobre Austria (1-0) en la primera fase, que clasificaba a los dos equipos y eliminaba a la selección africana.
Estadio Municipal El Molinón, donde se jugó este partido.