Fracaso escolar

El fracaso escolar se refiere a la incapacidad de un estudiante para alcanzar los objetivos académicos mínimos establecidos por el sistema educativo, lo que puede resultar en el abandono escolar temprano, repetición de cursos y dificultades en la inserción laboral a largo plazo.

Por ello se han propuesto eufemismos y perífrasis, como «alumnos que abandonan el sistema educativo sin la preparación suficiente», pero por ser más largas y novedosas no son tan informativas como la propia de fracaso escolar.

[3]​ El «rechazo escolar» lo podemos definir como una incapacidad o una negativa bastante dramática por parte del niño a asistir al colegio, aferrarse al hogar y/o los padres, ansiedad por separación, ambivalencia intensa, preocupación por la muerte o ciertas pérdidas, etc.[4]​Entre sus graves consecuencias destaca el desarrollo de psicopatologías, las cuales podrían reducirse teniendo una adecuada regulación emocional y siendo asertivo.

[7]​ En cuanto a los centros, cabe destacar la importancia del clima escolar, así como la autonomía para gestionarse.

En cuanto a los factores extraescolares, cabe destacar la familia y el mercado de trabajo.

Los expertos sobre fracaso escolar discuten sobre cuáles de estas causas son más importantes y cómo se pueden abordar.

Una vez que la escolarización es obligatoria y se alcanza cierto nivel de bienestar, la renta no es tan importante para explicar el fracaso escolar, pero sí lo son las expectativas familiares, la distancia entre la cultura escolar y la cultura familiar.

Los efectos secundarios son los costes y beneficios asociados a estudiar, tanto directos (tasas, material escolar...), como indirectos (transporte, alimentación...) como de oportunidad (ingresos que se dejan de percibir por estudiar).

Para autores como Bourdieu y Passeron (2001) o Bernstein (1977) los efectos primarios, como distancia entre la cultura escolar y la cultura familiar son más importantes que el resto de efectos.

La relación entre fracaso escolar e inmigración es mucho más matizada de lo que tiende a pensarse.

La categoría "inmigrante" agrupa a una realidad social tan heterogénea que no tiene valor para el estudio del problema educativo.

Por tanto, como primer paso conviene distinguir los inmigrantes según el país de origen.

Sin embargo, el peso de estos países en el alumnado extranjero era muy inferior, del 27,5%.

Políticas educativas contra el fracaso escolar a nivel internacional Una de las medidas más popular contra el fracaso escolar, muy practicada en lugares como la comunidad francófona de Bélgica, es el hacer repetir a los alumnos con nivel bajo.

Entre los países industrializados que han optado por este sistema están Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Irlanda y Japón.

Midió factores como los progresos cognitivos, actitudes frente a la escuela, absentismo, inserción social, equilibrio emocional del alumno, etc.

No sólo disminuye objetivamente el rendimiento de los repetidores, sino que el mismo tiende además a ser infravalorado por los maestros.

Esto se explica porque repetidores y promocionados no se han enfrentado a un mismo currículum: el repetidor ha retomado asignaturas ya abordadas, mientras que el promocionado ha sido «arrastrado hacia arriba» por la presión de un programa exigente.

Las formas «indirectas» con las que a veces se repite son igualmente ineficaces.

En Estados Unidos, algunos estados y distritos clasificaron a sus escuelas simplemente como escuelas de bajo rendimiento o sin rendimiento, publicaron los resultados y no tomaron ninguna medida.

Es por esto que las estrategias para mejorar las escuelas varían entre los sistemas de alta y baja capacidad.

En Inglaterra, donde el profesorado ha tenido durante muchos años una baja consideración social y es poco común que los alumnos más brillantes se dediquen a la enseñanza, se ha utilizado una estrategia que ha consistido en una prominente campaña de publicidad para elevar la imagen de la enseñanza.

En los últimos años, una novedad sustancial en Gran Bretaña ha sido el establecimiento de cinco jornadas de capacitación para cada centro escolar, donde la totalidad del personal – sin los alumnos- se reúne con vistas a orientar su desarrollo profesional a situaciones específicas.

En cada país se han adoptado enfoques diferentes para proporcionar una segunda oportunidad para conseguir una educación secundaria completa y crear así una «Sociedad del Aprendizaje».

Tratan a los alumnos en riesgo como estudiantes dotados de talento y buenas cualidades.

Los comportamientos problemáticos de los estudiantes en el aula normalmente se asocian a un bajo desempeño académico.

Previamente, se consideraba fracaso escolar a quienes no obtenían el título de Graduado Escolar, que se lograba tras cursar con éxito ocho cursos de Educación General Básica (EGB).

En España el fracaso escolar ha sido tradicionalmente más alto que en el promedio de los países europeos.

Hay quienes atribuyen este incremento al fracaso de la reforma, mientras que hay quienes lo atribuyen a la elevación en dos años de la edad obligatoria mínima para estar escolarizados, así como al boom del empleo poco cualificado, atractivo para los jóvenes.

La compensación externa es un conjunto de actividades de apoyo escolar, ocio y acompañamiento que llevan a cabo asociaciones o las ONG en horario extraescolar y son financiadas por la Administración educativa.

FIGURA 1