[1][2] Hijo mayor de un magnate textil, Cook residió sus primeros años en Baker Street (Londres) atormentando a muchas niñeras.
Durante el servicio militar obligatorio, Cook no pasó de soldado raso, especializado en limpiar letrinas.
Se forjó su propio camino: "La delincuencia era el único cincel que yo podía utilizar".
Los lexicógrafos lo útilizaron para el estudio del argot Cockney y la jerga de los ladrones.
Le desconcertó esta disparidad crítica, y comentó más tarde: " He mirado a la gente como Kingsley Amis, luchando por subir hasta la punta de la escalera mecánica, mientras yo tenía abajo toda la escalera mecánica para mí. "
Su tercer matrimonio transcurrió en medio del desorden, y perdió la casa de Londres.
Cook se trasladó a Francia y compró una torre fortificada del siglo XV en Aveyron, al norte de Montpellier.
Su familia pronto volvió a disfrutar de una posición acomodada, pero hacia 1979 el matrimonio se rompió para siempre.
Hacia los años 80, Cook se introdujo de nuevo en la literatura con una pequeña obra que fue publicada, pero solo en una traducción francesa.
[3] Cook publicó He Died With His Eyes Open (Murió con los ojos abiertos, 1984) bajo el nombre de Derek Raymond.
En Francia, sus libros siguieron siendo publicados por su nombre real, generando algunas confusiones con el novelista americano.
Es "con mucho la sucursal más impopular y evitada del servicio" (Murió con los ojos abiertos, pág.
Como conviene a su categoría de profesional humilde y la afiliación departamental, el detective es hosco, sarcástico, e insubordinado.
Si tú resolvieras tus casos tan rápidamente, querrían desnudarte para saber dónde llevas el microchip y descubrir cómo lo has conseguido.
Pero tendrás las manos llenas de sangre a no ser que antes la transfieras a unas botellas ya preparadas, pues quizá consigas conservar todo el arte de los muertos, pero sólo en salmuera, un plato que te hará engordar por ti solo.