Aunque en España tiene un reconocimiento como derecho fundamental en la Constitución de 1978, apenas tiene una aplicación testimonial.
Aunque este derecho puede implicar diferentes dimensiones y aspectos a considerar, la noción que habitualmente se considera está centrada únicamente en el ámbito de los contenidos.
[3] Los diferentes ponentes coincidieron en que se trata de un derecho fundamental muy poco practicado que deja sin representación en los medios de comunicación a los colectivos más desfavorecidos y condena a la visibilidad a muchas realidades sociales.
Horz vincula la participación de la audiencia con los valores fundamentales del sistema democrático.
Un ejemplo representativo del acceso a la gobernanza de los medios públicos se encuentra en la ZDF alemana, cuyo Consejo de Administración está formado mayoritariamente por miembros independientes.