Tanto Ullmann como Kien eran prisioneros del campo de concentración nazi de Theresienstadt (Terezín), donde crearon esta ópera en torno al año 1943.
[1] Aunque la ópera fue ensayada en Theresienstadt en marzo de 1944, no llegó a ser representada, a la vista de que las autoridades nazis vieron en la figura del emperador un retrato satírico de Adolf Hitler y la censuraron.
Más que una ópera, se le llama una "leyenda en cuatro escenas."
Ullmann confió sus manuscritos a otro prisionero, Dr. Emil Utitz, anterior profesor de Filosofía en la Universidad alemana en Praga quien actuaba como bibliotecario del campo.
Utitz sobrevivió al campo y entregó los manuscritos a otro superviviente, Dr. Hans G. Adler, un amigo de Ullmann, algunos de cuyos poetas había musicado Ullmann.