Además de esto el equipo sospecha que Canon, el sacerdote gobernante que elige a las personas que serán sacrificarán, (en realidad serán huéspedes de Goa'uld) está enterado de esto, y usa su posición para ganar poder.
Teal'c, sin embargo, “resucita”, gracias a la ayuda de su simbionte y la meditación que le permitieron resistir bajo el agua por más tiempo.
No obstante, este acontecimiento es visto como una influencia de Satanás, por lo que el SG-1 es condenado a ser sacrificado al demonio junto con una joven muchacha, juzgada de “ser poseída” (en realidad, ella tiene solamente una fuerte enfermedad).
Cuando son llevados por el Unas, logran escapar gracias a la ayuda de Simón, un joven pueblerino, quien le dispara al Unas.
Ya libres de la amenaza del “demonio”, y dada la lejanía de este planeta, el SG-1 recomienda a los aldeanos sepultar el Stargate, para que los Goa'uld no puedan volver.