La tasa de natalidad ha llegado a tal punto que es inferior a la tasa de mortalidad (9,71%), por lo que el país tiene un crecimiento demográfico negativo.
Entre 1945 y 1990, casi 2,6 millones de personas vinieron a Austria como inmigrantes, transmigrantes o refugiados.
La mayoría permaneció en Austria solo por períodos cortos o en tránsito, pero cerca de 650.000 personas se establecieron en Austria y la mayoría se hizo ciudadano.
Las estadísticas indican que en 1990 más del 10% de los ciudadanos no habían nacido en el país.
Estos "inmigrantes para trabajo" o Gastarbeiter en su mayoría eran yugoslavos y turcos sin cualificación profesional.
Debido a esto, el número de inmigrantes para trabajo creció desde 50.000 en 1965 hasta 220.00 en 1974.
Alrededor de unos 15 mil judíos aún permanecen en Austria, principalmente las comunidades que se conformaron previamente al Holocausto.
Una pequeña minoría romaní y sinti aún viven en el país.
También existe una comunidad armenia que se ubica principalmente en Viena.