La delegación, tanto en el ámbito público como en el privado, constituye un proceso fundamental en el ejercicio de competencias y facultades.
En esencia, implica la transferencia puntual de responsabilidades de una autoridad competente a otra entidad bajo condiciones específicas y con la debida supervisión del delegante.
Este contrato puede manifestarse en diversos ámbitos, ya sea en el sector público o privado, y tiene como objetivo principal clarificar las obligaciones y derechos de ambas partes involucradas en el proceso de delegación.
Al establecer claramente los términos y condiciones de la delegación, este contrato proporciona un marco sólido para garantizar una gestión eficiente y transparente de las funciones delegadas, tanto en el ámbito empresarial como en el gubernamental.
En síntesis, la delegación es un proceso legal que facilita la transferencia temporal de competencias o facultades entre entidades, ya sea en el ámbito administrativo o privado.