Las dos culturas

[Se trata de] dos grupos polarmente antitéticos: los intelectuales literarios en un polo, y en el otro los científicos.Los científicos creen que los intelectuales literarios carecen por completo de visión anticipadora, que viven singularmente desentendidos de sus hermanos los hombres, que son en un profundo sentido anti-intelectuales, anhelosos de reducir tanto el arte como el pensamiento al momento existencial.Las ideas de Snow fueron ampliamente difundidas y debatidas en ambos lados del Atlántico, produciendo una secuela en 1963: The Two Cultures: A Second Look ("Las dos culturas: una segunda mirada").Con gracia y rigor, el crítico Lionel Trilling, en Más allá de la cultura, señaló que el debate era erróneo, y que aunque Leavis se excedía en el tono, el texto de Snow estaba gravemente equivocado, al deformar la cultura llamada "tradicional", que de tantas maneras se había enriquecido a lo largo del tiempo.[3]​ Su planteamiento ha envejecido mal, como ha señalado varias veces Emilio Lledó, pese a que se repita la frase "dos culturas" sin saber cómo se planteó la confrontación.