De profesión sospechoso

Juan y Laura forman un matrimonio desdichado.

Ella finge ser paralítica para amargarle la existencia a su marido y él vive amargado en el recuerdo de su primera mujer fallecida.

Ambos llegan al chalet alquilado a pasar unas vacaciones.

El guardia de la finca, Salustio, comienza a extender el rumor de que Juan tiene previsto asesinar a su esposa.

Ésta, por su parte, hastiada de su matrimonio, huye del chalet.