Darío Yzurieta

Naturalista y dibujante autodidacta, dice de él Manuel Nores: "indudablemente dejó una profunda huella en la ornitología argentina.

De allí surgieron sus primeras experiencias con los animales, las cuales siempre recordaba con gran cariño y entusiasmo.

[2]​ Ya radicado en Buenos Aires, realiza distintos tipos de actividades, pero vive añorando los bosques que dejó en su provincia.

Al año siguiente regresa a Buenos Aires y continúa realizando diferentes trabajos aunque no relacionados con su vocación naturalista, ya que las circunstancias no le permiten realizar esta actividad hasta recién pasados los 35 años cuando en agosto de 1967, se conoce con Tito Narosky en la Asociación Ornitológica del Plata.

Atestigua Tito Narosky:[4]​ Darío "poseía una sólida conciencia conservacionista" También dice de él refiriéndose al artista que fue: "iba progresando constantemente en el difícil arte de representar gráficamente a las aves.

Su memoria visual, su creciente experiencia de campo, la especialización y sus dotes naturales iban conformando al artista".

[2]​ Fruto de esta amistad y labor compartida nació en primer término la obra "Aves Argentinas.

Darío Yzurieta trabajando con la reconocida guía y un amigo sobre su cabeza.