Dante Mircoli

Cuando está por pasar, le tiro la patada para que no se escape.

Eso éramos nosotros: la pelota era nuestra vida“, explicó el Tano años atrás en una entrevista con diario Clarín.

“Es como si hoy le pegara a Messi”, recordó con lujo de detalles.

Seguro, no fue nada de otro mundo, para mí una jugada normal pero se hizo ruido porque era él.

Me dieron tantas patadas a mí y nunca protesté.

Sin embargo, la historia no terminó ahí porque en 1994, en un viaje de Dante Mírcoli a Barcelona, se volvió a cruzar con Johan Cruyff y la anécdota sumó un nuevo capítulo.

“¡No me vas a pegar de vuelta!”, le dijo Cruyff al italiano nacionalizado argentino cuando lo vio al costado del terreno de juego durante un entrenamiento con el equipo culé.

Ese mismo año, Mircoli volvió a Argentina para jugar durante dos temporadas en Estudiantes de La Plata, donde disputó 28 partidos.

En 1975 retornó por segunda vez a su país natal para jugar en el Catania.

Al año siguiente se pasó a los bandos del Lecco 1912 y meses después regresó por segunda vez a Argentina para jugar apenas 6 partidos en Racing Club.

En 1977 se trasladó a Colombia para formar parte del Atlético Bucaramanga, en donde se retiró del fútbol profesional a los 30 años por una lesión crónica en la rodilla derecha.

[7]​ Tras abandonar su carrera como futbolista, dio sus primeros pasos como entrenador en el Club Florentino Ameghino, del barrio General Mosconi, en Comodoro Rivadavia de la mano de un contrato avalado por la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales.

En su primera temporada, en 1981, se coronó campeón del torneo Clausura de la liga local.

En los certámenes del ascenso condujo a Sportivo Dock Sud, San Telmo y Estudiantes de Caseros.

Finalmente, desde 2012, trabajó en Independiente en el área de captación y coordinación de las divisiones juveniles, junto a otras glorias como Ricardo Pavoni, Osvaldo Pérez y Francisco Sá.