En Génesis 30:6, Raquel nombra a su hijo Dan, diciendo: "Me juzgó Dios, y también oyó mi voz".
Sea Dan una serpiente junto al camino, una víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo, y hace caer hacia atrás al jinete."
El término "juzgará" implica que Dan tendrá autoridad y capacidad para tomar decisiones importantes, posiblemente refiriéndose a su participación en la administración y el gobierno del pueblo de Israel.
Dan, como tribu, podría ser conocida por su habilidad para actuar de manera astuta y sorprendente en situaciones críticas.
Durante esta migración, se relata que adoptaron la idolatría, lo cual es evidenciado por la historia de Micaías y su ídolo en Jueces 18:30-31.
Algunas interpretaciones sugieren que esto podría estar relacionado con la idolatría de la tribu.