En diciembre de 1959, el presidente estadounidense Dwight Eisenhower reconoció que la bandera panameña debía ser izada junto con la bandera estadounidense, y se iniciaron así negociaciones, que se consumaron en el Acuerdo Chiari-Kennedy de 1962, que concedieron más libertades sociales y económicas a los panameños dentro de la Zona del Canal.
También con este acuerdo, se creó una comisión bipartita que resolvería el asunto de la bandera.
Después de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía mantenía a la multitud alejada.
[nota 1] La información sobre cómo se rompió la bandera resultó controvertida: el capitán Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el lugar de los hechos, negó cualquier culpa por parte de los estadounidenses, y afirmó que los estudiantes panameños se tropezaron y, accidentalmente, rompieron su propia bandera.
Las multitudes panameñas crecían a medida que se acercaba la noche, y para las 8 p. m., unos 80 u 85 policías de la Zona del Canal se enfrentaban a no menos de 5.000 manifestantes.
La segunda ciudad del país, Colón, que colindaba con la ciudad Cristóbal, vio surgir disturbios unas pocas horas después del inicio de las hostilidades en el lado Pacífico, donde luchas intensas continuarían durante los próximos 2 días.
A la mañana siguiente fueron encontrados entre los escombros, los cuerpos sin vida de 6 panameños.
También da nombre a una importante Avenida de la antigua Zona del Canal.
Una bebé de 6 meses, Maritza Ávila Alabarca, murió con problemas respiratorios mientras su vecindario era bombardeado con gas lacrimógeno.
Varios informes panameños culpan de todas las muertes a los estadounidenses, lo cual no parece enteramente acertado; por ejemplo, las víctimas del fuego del edificio de Pan American Airlines no pueden ser atribuidas a los estadounidenses.
A pesar de que algunas fuentes panameñas dan nombres y números diferentes, la lista puede encontrarse en el monumento a los mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los mártires colonenses).
Los 22 listados aquí incluyen a: Ascanio Arosemena Chávez, Gonzalo Antonio Crance Robles, Teófilo Belisario De La Torre Espinosa, Jacinto Palacios Cobos, Alberto Oriol Tejada, Ezequiel Meneses González, Luis Vicente Bonilla Cacó, José Enrique Gil, Alberto Nicholas Constance, Víctor Manuel Iglesias, Rodolfo Sánchez Benítez, Víctor Manuel Garibaldo Figueroa, Gustavo Rogelio Lara, José Del Cid Cobos, Ricardo Murgas Villamonte, Rosa Elena Landecho, Ovidio Lizandro Saldaña Armuelles, Estanislao Orobio Williams, Maritza Ávila Alabarca, Carlos Renato Lara, Evilio Lara, y Celestino Villarreta.
Los que murieron peleando en el lado estadounidense incluyen a: Luis Jiménez Cruz, David Haupt, Gerald St.
La mayoría de las heridas sufridas por ciudadanos estadounidenses, fueron causadas por rocas o botellas que les fueron lanzadas.
El Hospital Santo Tomás reportó que atendió 324 heridos y 18 muertos producto de los disturbios.
Los investigadores estadounidenses encontraron tras la pelea más de 400 balas incrustadas en el Hotel Tívoli.
Algunos reporteros alegaron un gigantesco plan comunista, involucrando Democratacristianos, Socialistas, líderes estudiantiles y otros, bajo el control de Fidel Castro.
Una buena indicación de la relativa fuerza comunista vino dos semanas después, cuando la Iglesia católica comandó una marcha por los caídos, a la que concurrieron aproximadamente 40 000 personas.
También China, la Unión Soviética y Cuba, denunciaron a los Estados Unidos en duros términos.
El dictador español Francisco Franco acusó a Estados Unidos de agresión contra Panamá.
El presidente de Panamá en esa época, Roberto Chiari, rompió relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, un hecho sin precedentes, puesto que ninguna nación en la que Estados Unidos estuviera presente, se había atrevido a hacerlo.
Unas semanas después, Robert Anderson, el enviado especial del presidente Lyndon Johnson, voló a Panamá para comenzar las negociaciones.
Se trata de cuatro estudiantes intentando cruzar una cerca con el Pabellón Nacional.