[1] La proclamación tuvo como objetivo aumentar la conciencia sobre el riesgo de tsunamis y promover medidas para reducir sus impactos destructivos.
La resolución subrayó la importancia de la preparación y la educación pública para mitigar los efectos de estos desastres naturales y fortalecer la resiliencia comunitaria.
[2] Este día se celebra el 5 de noviembre.
Este hecho se convirtió en parte del folclore japonés y fue contado por Lafcadio Hearn en 1897 en uno de los primeros relatos sobre Japón en inglés.
[4] Desde entonces, se llevan a cabo diversas actividades como simulacros, campañas de sensibilización y eventos educativos para mejorar la preparación de las comunidades y reducir el riesgo de desastres.